Diagnóstico

Definiciones importantes

Se considera anormal un índice por encima de 5 y patológico cuando este índice está acompañado de síntomas de apnea de sueño. Un índice por encima de 10 usualmente requiere tratamiento.

Evaluación Clínica

La evaluación clínica nos permite sospechar el diagnóstico pero tiene una sensibilidad y especificidad pobre.

Los síntomas y signos más frecuentemente relacionados con esta patología son: somnolencia diurna, ahogos nocturnos, impotencia, la observación de apneas por el compañero de cama, sexo masculino, obesidad, hipertensión arterial, presencia de una faringe estrecha con una úvula alargada. Estudios utilizando estos síntomas y signos apenas pueden detectar correctamente el 50 % de los pacientes con apnea de sueño y descartar el 70% de los pacientes que no la presentan.

La Polisomnografía

Es el estándar de oro para el diagnóstico de los trastornos respiratorios durante el sueño; consiste en un registro de una noche de sueño, en el cual se monitoriza múltiples variables que nos permiten evaluar: la arquitectura del sueño, la ventilación, la saturación de oxígeno, la presencia o no de movimientos en miembros inferiores, el ritmo cardiaco.

Son componentes esenciales de la polisomnografía:

Para la evaluación del sueño, su calidad, despertares, convulsiones, alteraciones de movimiento

  1. Electroencefalograma: mínimo un canal parietal, usualmente se registra a nivel parietal y occipital referido al la mastoide contralateral.
  2. Electrooculograma: 2 canales derecho e izquierdo referidos ambos a la misma mastoide.
  3. Electromiogramas: barbilla y miembros inferiores.

Para evaluar la ventilación

  1. Bandas torácica y abdominal registran movimientos respiratorios del tórax y abdomen.
  2. Sensor de flujo aéreo al nivel de nariz y boca.
  3. Saturación transcutanea de oxígeno.

Para evaluar el ritmo cardíaco

  1. Electrocardiograma 1 canal.

Son componentes no esenciales, pero frecuentemente usados:

  1. Micrófono laríngeo para detectar ronquidos.
  2. Sensor de posición del cuerpo.
  3. Video.
  4. Sensores de presión en la vía aérea o esófago.

Una vez completado el estudio, éste es revisado por el médico especialista. el cual al analizarlo evalúa:

  1. Sueño si el paciente durmió o no, la calidad del sueño, si presentó múltiples despertares, la relación de éstos con otros eventos registrados, latencias al primer momento de sueño y a la aparición del sueño REM, convulsiones, etc.
  2. Ventilación presencia o no de alteraciones (apneas, hipopneas, resistencia aumentada de la vía aérea) frecuencia, duración, afectación del sueño, saturación.
  3. Movimiento presencia o no de movimientos anormales de los miembros inferiores y su relación con los despertares.
  4. Alteraciones del ritmo cardíaco.

El costo y la limitación de la disponibilidad para realizar estudios de polisomnografía han motivado la búsqueda de otros métodos de monitorización que nos permitan el diagnóstico de esta patología, sin embargo, a pesar de haberse desarrollado métodos simplificados, muchos de ellos no han sido validados en forma adecuada y debemos ser muy cuidadosos al utilizarlos sin conocer su verdadera especificidad y sensibilidad para detectar estos trastornos.

Como ejemplo de estos métodos simplificados tenemos los siguientes:

Prevalencia

Los estudios mas rigurosos sugieren que la prevalencia del Síndrome de Apnea de sueño esta en el rango de 2% a 4%. El estudio poblacional mas grande conducido con Polisomnografía la prevalencia de trastornos respiratorios durante el sueño en adulto de edad media en los Estados Unidos usando un criterio de baja severidad ( indice de apnea/hipopnea de 5 o mas) es de 9% en mujeres y 24% en hombres, esto fue corroborado por otros estudios posteriores.